BIENVENIDOS

PUERTO CABELLO - EDO. CARABOBO. VENEZUELA.
JESUCRISTO LES AMA

LO QUE EL HOMBRE SEMBRARE, ESO TAMBIÉN SEGARÁ



…TODO LO QUE EL HOMBRE SEMBRARE,
ESO TAMBIÉN SEGARÁ. GALATAS 6:7

Cuando hablamos el mensaje de salvación a un nuevo creyente en Cristo, ¿Le regamos la semilla de separación del Cuerpo de Cristo que ya trae puesta desde su formación? o peor aún,... ¿Se la plantamos nosotros?

¿Usamos nuestra autoridad, esa autoridad dada por Dios, conocimientos, persuasión, para que el nuevo creyente tenga muy claro que el resto del Cuerpo es impuro y que los que están en otra parte del cuerpo están tan lejos de nuestra verdad?

No olvidemos de que nuestra responsabilidad como líder o como guía es dar a conocer la Doctrina Pura enseñada por Dios, por Su Hijo Jesús y por las Escrituras. Todo lo que se aparte de esa enseñanza, no es Divina sino humana con la terrible consecuencia del juicio de Dios.

¿Qué le vamos a responder a la pregunta de El, cuando nos diga que porqué enseñamos cosas de hombres?

Y nos preguntará también que ¿qué orgullo te hizo pensar que Tú y los que hacen lo mismo eran más sabios que El y Sus enseñanzas?

Y si nosotros en vez de en amor no los confrontamos a la Luz de las Escrituras para sacarlos de las tinieblas, los rechazamos aduciendo cosas como tales... ¿Qué es mejor no mezclarse con “ellos” porque están “contaminados”? ¿Y te pueden poner ideas “distintas” en la cabeza?

Si Cristo nos escuchase hablar en esos momentos...¿nos miraría con agrado?

Somos elementos del cuerpo que producen gangrena.

Que Dios nos haga ver desde Su Santidad el daño que hacemos...Y nos de arrepentimiento...y nos perdone...Y nos de larga vida para enmendar lo malo e impuro de nuestra parte del Cuerpo de Cristo...

El Señor dijo:”Ay del que escandalice a uno de estos pequeños”...En amor llevémoslos a través del Espíritu Santo y la Palabra, a la Verdad que Jesús nos dio.

¿Cómo se puede compatibilizar la gangrena con la VIDA de Cristo?

Oremos para que Su Sangre fluya libremente y recorra todo Su Cuerpo limpiándonos, y nutriéndonos y dándonos Su Vida a todos. Que no seamos gangrena, que impida que Su Sangre llegue a otra parte a dar Su Vida.

¿Acaso creemos que siendo Jesús la cabeza, el Espíritu Santo de El...¿no es capaz de ir transformándonos a cada uno de nosotros, de gloria en gloria, a la semejanza del Hijo de Dios? A los de aquí, a los de allá y a todos los que El elige para llevar al Reino...

¿Creemos que desechando, menospreciando a los otros miembros del cuerpo de Cristo vamos a convencer a alguien del mundo a que nos siga?

¿Cómo pretendemos que nos siga alguno, si nosotros que creemos, y nos proclamamos a nosotros mismos como los únicos que estamos en lo correcto, hacemos lo que nunca hizo Jesús? Aborrecer al prójimo, y todavía hipócritamente, diciendo..."hay que orar por ellos".

Hay que orar...sí...y mucho...Oremos para que el Espíritu Santo nos dé Su Luz y nos quite la viga de nuestros ojos. Nos ponga colirio y empecemos a buscar desde el fondo del Espíritu Santo que está en nosotros, Su forma de ver la iglesia.

Jesús la ama tanto que dio Su Vida por ella.

¿Somos capaces de darnos cuenta del daño que le hacemos diariamente al Cuerpo de Nuestro Señor, cuando hacemos prevalecer nuestras creencias pero en inoperancia, por sobre el amor que Cristo nos dijo que tuviéramos los unos por los otros?

¿Le damos motivo de regocijo en relación a la unión que nos pidió que tuviéramos los unos por los otros?

El rogó al Padre para que fuésemos uno sólo.

¿Creemos acaso que Su Padre le dijo...NO?

Pareciera que creyésemos que le dijo que no, porque hacemos y decimos cosas que reafirman un NO por respuesta, en vez de ayudar, decir, actuar, pensar, orar, leer, amar, confrontar en Amor y poner nuestra voluntad, en beneficio de la unidad de Su Iglesia.

¿Qué sucedería si orando le pedimos al Espíritu Santo, que nos guíe, nos dirija, nos haga callar, nos haga amar, nos haga hablar, nos haga luchar, desde Su propia Santidad y unión con el Padre y con el Hijo, para y por la unidad de su iglesia?

¿Qué sucedería si El, que es Todopoderoso, ve en nosotros un sincero deseo de Unidad En El?

¿Creemos en Su Omnipotencia? ¿Tenemos fe en Cristo?

Tenemos que pensar que Cristo murió por Su Iglesia.

Que Su muerte en la cruz nos declaró justos ante Dios. Cada uno de nosotros, los que creemos en El.

¿Quieres que nos ayudemos los unos a los otros, en el Espíritu Santo, a la obra que nos encomendó?

¿Queremos ser gangrena en el cuerpo de Cristo?

¿O que a través nuestro, la sangre de Cristo fluya libremente recorriendo y nutriendo TODO Su Cuerpo?

Que el Espíritu Santo nos ilumine con Su Luz. Que nos saque de estas tinieblas...que nos haga arrepentirnos y que olvide nuestros pecados.

Que ablande nuestro corazón de piedra y nos dé uno de carne para que su cuerpo sea UNO con El.

Que nos haga ver que las separaciones que existen entre las diferentes partes del cuerpo, no ayudan a construir el Cuerpo Glorioso de Cristo, sino que lo destruye e impide el crecimiento.

Dios le bendiga.